En Kischwa, el plátano se llama guiña, de ahí el nombre de esta barra de chocolate.
El cacao Sacha, que constituye la base de este chocolate, tiene un sabor bastante ligero, más bien mantecoso y mentolado. En esta barra se ha añadido esencia de plátano, copos de plátano secos y un poco de sal. ¿El resultado? Una mezcla bastante peculiar, que no parece saber por dónde tirar porque el sabor natural del plátano es muy pronunciado, lo que oculta la riqueza demasiado sutil del chocolate. El sabor que queda en la boca recuerda a una mala golosina de plátano.
Este chocolate forma parte de la colección Single Origin de Minka, con cacao procedente de diferentes fincas de Ecuador. El Refugio está situado en la provincia de Esmeraldas, en la costa occidental, cerca de la frontera con Colombia. Es un chocolate bastante ligero y aireado, con notas principalmente florales y herbales: té de jazmín, comino y un poco de avellana o almendra al final. Agradable e interesante, sin embargo no es muy intenso. Permanece en la boca durante mucho tiempo, dejando una sensación de frescura que recuerda extrañamente a un trozo de jengibre marinado entre dos sushis.
Para describir este chocolate, la palabra que me viene a la mente es: reconfortante. Me recuerda a un brownie que se derrite, a una deliciosa fondue de chocolate, a un patissier de Côte d’Or oscuro. Sabroso y presente desde los primeros segundos, ofrece sobre todo notas de canela y caramelo, que sin embargo no permanecen mucho tiempo en boca.
¡Qué maravilla! El chocolate Mashpi 65% es una obra maestra - véase el artículo relacionado aquí. Aquí, en un pequeño compartimento en la parte superior de la barra, hay una capa de mermelada agridulce hecha con pulpa de cacao: la pasta blanca que rodea los granos de cacao en la vaina (también llamada mucílago). Sin cubrir el profundo sabor del chocolate Mashpi, aporta frescura, riqueza y originalidad.
Uno de los mejores chocolates ecuatorianos, sin duda.
El Oro es una región costera del sur de Ecuador, conocida por su histórica producción de oro y su actual producción de plátano. Este chocolate es suave y redondo. Al principio, recuerda al té negro, antes de evolucionar lentamente hacia el café, el caramelo y, si se mira bien, algunos toques de albaricoque.
Es un chocolate sólido y agradable, que gustará a todo el mundo, pero que también tiene sus propios toques especiales.