Como es habitual con Galletti, los ingredientes adicionales no se mezclan con la masa de chocolate. Más bien, se incorporan en trozos secos debajo de la tableta. Esto permite separar bien el sabor del chocolate en sí mismo de la contribución de los elementos añadidos.
La cúrcuma suele asociarse con las especias indias, ya que es originaria de ese subcontinente. Sin embargo, también crece en América del Sur, y si Mashpi ya ha probado la cardamomo, es normal que intenten con chocolate y cúrcuma.
Agregar trozos a una tableta, para darle ese toque crujiente, se ha convertido en un clásico entre los productores ecuatorianos. Por lo tanto, esta es también la propuesta seguida por Mashpi. Como de costumbre, con la base deslumbrante de Mashpi, este chocolate es excelente. Los pequeños trozos de cacao integrados en la tableta le aportan la textura crujiente esperada.
Debajo de esta tableta de chocolate de Mindo (sí, sí, como bien sabe, esa base extraordinaria), se agregan pequeños trozos de nuez de macadamia caramelizados. Y ahí tienes un toque crujiente y dulce, un confite más goloso que refinado.
Nota para mí mismo: los chocolates al 100% deberían estar evaluadas en una categoría especial. Cuando compramos una tableta, no esperamos una barra indulgente y reconfortante. Sabemos que no tendremos que contenernos para no terminarla en unos minutos. Más bien, buscamos una experiencia pura, honesta, que muestre la fineza del cacao y la habilidad del chocolatero. Al no estar oculto detrás de una fruta o especia, sin ser disfrazado por azúcar, manteca de cacao o leche, el cacao se expresa completamente.